Estos días hemos visto mucho revuelo en el mercado de renta fija, afectando también a la renta variable, pero mucha gente no entiende realmente qué está pasando y por qué, y hoy vamos a verlo de una manera muy sencilla. Vamos allá.
¡COMENZAMOS!
Quiero advertir que este post va a ser un poco más largo de lo habitual, ya que primero quiero explicar bien qué es un bono y cómo afectan a su precio algunos parámetros, y por otro lado, explicar lo mejor posible lo que ha pasado estos días en el mercado de renta fija. Si aguantáis hasta el final, no os arrepentiréis.
La renta fija es una parte muy importante en la cartera de un inversor particular. Aunque tengas un perfil arriesgado, la renta fija es una parte del núcleo de la cartera porque reduce el riesgo de la misma. Los bonos a corto plazo dan mucha liquidez y dan soporte a tu estrategia de inversión.
Un bono es un instrumento financiero de renta fija que emiten los gobiernos y/o las empresas y que representan préstamos que éstas entidades reciben por parte de los inversores. La forma fácil de entenderlo es verlo como lo que es: un préstamo, solo que ahora el que hace de banco eres tú.
Muchos inversores nóveles piensan que los bonos son la cara amable de las inversiones. Que con ellos no se pierde, pues por algo se llama “renta fija” y que apenas tiene riesgos. Y un día, te encuentras con que estabas invertido en bonos convertibles, cédulas hipotecarias, deuda subordinada…¡Y vaya con la parte amable de la inversión!
El emisor que nos ha vendido el bono coge nuestro dinero prestado y se compromete a que al cabo de un tiempo (cuando vence el préstamo), nos devolverá el dinero y, además, nos pagará unos intereses por el préstamo que le hemos hecho.
En renta fija hay distintos modelos dependiendo del plazo al que se ha emitido esa renta fija
- Letra del Tesoro o Pagaré: Préstamos que se le hace al Estado español o a una empresa a corto plazo (hasta 18 meses)
- Bonos: Es lo mismo pero a medio plazo (2, 3 y 5 años)
- Obligaciones: Lo mismo pero a largo plazo (10, 15 y 30 años)
Aquí os dejo más tipos de renta fija:
Antes de entrar en harina, hay que saber cuáles son los componentes de un bono:
- PRINCIPAL: Es el importe que invertimos en el bono, es decir, el préstamo que le hacemos al emisor. También se le llama nominal o valor par.
- CUPÓN: Es el interés que paga el bono. Puede ser anual o semestral, y fijo o variable. Un cupón fijo es el que paga, por ejemplo, un 4% anual.
- VENCIMIENTO: momento en el que el emisor nos tiene que devolver el dinero aportado inicialmente.
Los elementos que conforman un bono no cambian durante la vida del mismo. Al igual que en las acciones, hay un mercado secundario de bonos. En éste, el bono varía su precio en el mercado todos los días, pero NO CAMBIAN ni el vencimiento, el cupón o el nominal. Lo que sí varía de forma continua es la rentabilidad que ofrece.
Cuando invertimos en un fondo de renta fija de gestión activa, el gestor invierte de forma parecida a como invierten en acciones: se centran en generar ganancias mediante las variaciones de precios del bono, y no por la rentabilidad del cupón que, aunque importante, es una segunda vía de rentabilidad.
Para ver cómo se expresa el precio de un bono en el mercado debemos tener claros tres conceptos:
- La TIR
- Cupón Corrido
- Precio Excupón
Como bien sabrás (o espero que sepas), 100€ de hoy no valen los mismo que los 100€ de mañana. Los de hoy valen más. Por ello, cuando vamos a tener una inversión con flujos de caja en distintos períodos de tiempo, debemos realizar una serie de cálculos para traerlos a valor presente y ver qué valdrían a día de hoy.
Para ello, hay que traerse los valores futuros al presente mediante una tasa de descuento. Dicha tasa de descuento es lo que le vamos a exigir a nuestra inversión. Si quiero que me dé un 6% como mínimo de rentabilidad, pues mi tasa exigida de descuento será un 6%.
Hay una relación entre el VAN y la TIR que no explicaremos hoy, pero para calcular la TIR igualaremos los flujos de caja futuros y la inversión nuestra inicial a cero. Si cuando calculamos la TIR nos da un número mayor que la tasa de descuento que le exigíamos a la inversión, dicha inversión nos interesa. Si es menor, no nos interesa.
La TIR supone asumir que todos los flujos de caja se van a reinvertir a la misma tasa. En la práctica resulta complicado que dicha TIR no varíe con el tiempo. La TIR cambia constantemente, y por lo tanto, también el precio de nuestro bono. Pero recuerda: la TIR es la rentabilidad que el mercado exige en ese momento.
Por otro lado, está el cupón corrido. Es la parte del cupón devengada y no pagada en una determinada fecha entre dos cupones. Ésta es su definición, pero no hay ser humano que lea eso de primeras y lo entienda, por eso vamos a verlo con un ejemplo.
Imagina que tienes un bono que quieres vender, y el último cupón lo recibiste hace 150 días. Obviamente no vas a renunciar a la parte del cupón que te corresponde por esos 150 días que lo has mantenido. Para calcular lo que te corresponde se hace una proporción simple: 150/365 (por días de año natural).
Luego además tenemos que tener en cuenta el Precio Excupón. Si buscas el precio de un bono en cualquier publicación o mercado oficial, verás que te dan los precios del bono sin el cupón corrido, es decir, con el precio excupón. Por lo tanto, el precio excupón es el precio de cotización del bono. Si quieres comprar un bono, tendrás que pagar por él el precio excupón y además el cupón corrido. Es decir:
Precio de compra = Precio excupón (o precio de cotización) + cupón corrido
¡MUCHO CUIDADO! En el mercado, los bonos se expresan en base 100 con dos decimales, donde 100.00% es el valor nominal del bono. Si un bono con un nominal de 1000€ está valorado al 103.00%, su valor de mercado son 1030€. Si en otro momento fuese del 98.00%, su valor sería de 980€.
Ahora vamos a ir con todo el meollo de la cuestión: la relación inversa rentabilidad-precio de los bonos de renta fija. Esto es algo que confunde muchísimo a los inversores, y no es para menos, ya que no es fácil al principio, pero intentaré explicarlo lo mejor posible.
Supongamos que compramos un bono con vencimiento dentro de 3 años, de nominal 100€, y que paga un cupón anual del 5% . Lo compramos en el momento de su emisión, es decir, al 100.00% (recuerda lo de antes). Nos lo quedamos además hasta el vencimiento.
¿Qué rentabilidad nos daría?
Este caso es el más fácil que nos podemos encontrar. La rentabilidad (o TIR) es del 5%. Vamos a verlo matemáticamente. No temas, son cálculos muy sencillos. Además, no debes hacerlos a mano. Hay programas que te lo calcularían rápidamente en caso de necesitarlo.
En este caso no hay mayor misterio, la rentabilidad es de un 5%, pero porque aguantamos el bono hasta el vencimiento. Recuerda que para que la renta fija sea fija, hay que aguantar hasta el vencimiento.
Ahora supón que tienes un bono al que le faltan 5 años para su vencimiento y que en vez de pagarnos el 5% de cupón, nos pagan el 3%. Tú querías mantenerlo hasta el final, pero tienes problemas financieros personales y lo quieres vender porque necesitas el capital que invertiste.
Lo malo es que lo tipos de interés han subido mucho y la rentabilidad (o TIR) que el mercado le pide a los bonos como el tuyo es del 7%. Ahora no calcularemos la rentabilidad, pues la marca el mercado, ya que nos dice que para comprarnos este activo le tenemos que dar un 7% de rentabilidad. En este caso lo que haremos será averiguar cómo valora el mercado nuestro bono, es decir, el cálculo de la P de antes (Precio del bono). Volviendo a la fórmula anterior, tenemos:
Esto es un problema serio, ya que pagaste por el bono en su momento 100€ y ahora vale 83.60€. Pierdes 16.40€, o lo que es lo mismo, un -16.40%. Al necesitar el dinero y tener que vender en un mal momento, tu inversión en renta fija ha sido desastrosa. ¿Ves como la renta renta fija no es tan fija?
Si te lían los números, puedes verlo de esta manera:
¿Cómo se vende algo que nos costó 100€ y nos da un 3% anual, cuando eso ahora está dando un 7% anual? Pues sólo hay una manera: Como el 3% es el cupón y es fijo, y el 7% lo marca el mercado, tendrás que jugar con el nominal (o precio), y vender por menos para compensar al siguiente comprador.
REGLA CLAVE: En renta fija, cuando aumenta la rentabilidad que se le exige al bono, el precio del bono baja. Cuando la rentabilidad baja, el precio sube. Si la TIR es mayor que el cupón, se dice que el precio está bajo la par. Si la TIR es menor que el cupón, está sobre la par.
Además de la TIR, otra cosa que afecta mucho al precio de tus bonos es la fecha de vencimiento. A mayor vencimiento, mayor riesgo. Vamos a ver cómo le afectaría la variación de la TIR al precio de un bono a 5 años con un cupón del 4%, y a un bono a 2, 10 y 30 años.
Pero ¿Cómo medimos realmente la volatilidad de un bono? Pues mediante la duración (Duration en inglés). Dicho parámetro mide la volatilidad teniendo en cuenta el tiempo hasta vencimiento, frecuencia de pago de los cupones y tamaño del cupón.
Veamos qué nos dice la Duración con un ejemplo:
Tenemos un bono a 10 años con un cupón del 5% y una TIR del 4,75%, con una duración de 8.25. Si la TIR sube un 1%, lo que pasaría es que el precio del bono bajaría un 8.25% aproximadamente. Si por el contrario bajase un 1%, el precio subiría un 8.25%.
Obviamente lo más común es que el inversor minorista no compre renta fija directamente, sino que lo haga a través de fondos de inversión, los cuales también tienen una Duración. Dicha Duración es la suma ponderada de los bonos que tengan en cartera.
Veámoslo con un ejemplo:
El fondo Baillie Gifford Global Strategic Bond, a 31/01/2021 tenía un vencimiento efectivo de 11.78 y una duración modificada de 6.41. Esto lo que nos dice es que el vencimiento medio de la cartera es de 11.78 años, pero que la duración es de 6.41 años.
Si la TIR sube un punto (un 1%), ¿Qué le pasaría al fondo? Pues que bajará un 6.41%. Hay que llevar algo de cuidado con esto, ya que si hay desajustes, no suele coincidir exactamente. Es una aproximación. Pero lo importante es saber cómo afectaría a la rentabilidad del fondo.
Visto esto, vamos al principal asunto del post: entender qué ha pasado todos estos días en la bolsa con todo el revuelo del aumento de las rentabilidades de los bonos a 10 años en Estados Unidos. Un bono a 10 años estadounidense nos daba, hasta hace 3 o 4 meses, una rentabilidad del 0.8%. Es decir, que si comprabas un bono, la TIR que nos daba era de un 0.8% aproximadamente.
¿Qué ha pasado durante las últimas semanas? Que dichas rentabilidades se han disparado. Han subido tanto, que han alcanzado el 1.56%. Parecerá poca rentabilidad, pero es un aumento de un 100%.
Esta cifra preocupa y mucho a todos los inversores por varios motivos:
El primero es porque sirve de referencia para las hipotecas en EEUU. ¿Es preocupante la tasa que se paga en la hipoteca? Mucho, porque en una situación económica complicada, que nos suban el pago de la hipoteca es un serio problema, ya que hay menos dinero para consumir.
Otro de los motivos por los que ha subido tanto, es el precio del petróleo. Dicho precio, a finales del 2020 estaba a unos 40$ por barril aproximadamente. Pero a día de hoy, el precio está a 69.36$. Dicha subida supone un aumento de precio muy grande en comparación al que esperaba el mercado.
Al encarecerse el precio del petróleo, se encarece también el precio de los productos, ya que el aumento del precio del petróleo es una de las cosas más inflacionistas que existen. Bueno, y todo esto ¿Por qué hace que se pongan tan nerviosos los mercados? Porque el hecho de que suba la inflación provoca que los bancos centrales, si ven que aumentan mucho los precios de los productos, a lo mejor suben los tipos de interés, ya que los bancos centrales usan los tipos de interés para controlar las subidas de la inflación.
Si los mercados creen que van a subir los tipos de interés (no tiene por qué ser a corto plazo), la gente comienza a vender sus bonos porque descuentan que dichas subidas vendrán. Cuando la gente vende bonos, lo que ocurre es el efecto contrario a las acciones, sube la rentabilidad.
La inflación impacta en la rentabilidad real que se percibe (que se corresponde con la rentabilidad nominal menos la inflación). Es decir, en un bono con un cupón del 4% si la inflación se sitúa en el 1% la rentabilidad real será del 3%. Bajo esta lógica, los tenedores de bonos se han lanzado a vender títulos estos días, provocando el alza de las rentabilidades exigidas por ellos.
Ante esta situación, muchos inversores de renta variable se ponen nerviosos, y comienzan a vender parte de sus acciones, pero ¿Por qué? Pues por dos motivos principalmente:
– Los dividendos
– Los costes de financiación
Cuanto mayor sea la rentabilidad de los bonos mayor rentabilidad por dividendo exigirán los inversores a las acciones, y la forma de que una acción aumente a corto plazo su rentabilidad por dividendo en el momento de comprarla es que baje su cotización. Cuando la rentabilidad de los bonos baja la situación es la inversa, los inversores están dispuestos a aceptar rentabilidades por dividendo menores y, por tanto, a pagar cotizaciones más altas.
Además de ello, las rentabilidades altas aumentan los costes de financiación de las empresas. Recuerda que las empresas también emiten bonos, no sólo lo hace el Estado. Si tienen que pagar una rentabilidad mayor, verán reducidos sus beneficios.
Veremos qué pasa en las próximas semanas, pero desde luego estamos ante un panorama económico sobre el que hay que estar muy pendientes y ver las oportunidades de compra que nos puede mostrar.
Espero que os haya gustado el post y os haya servido para entender un poco mejor la renta fija y los movimientos en las bolsas de estos días
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¡El conocimiento es poder!
Buena inversión.